lunes, 9 de septiembre de 2013

Análisis comparativo "El discurso del método" y "La vida es sueño"

René Descarte parte desde la concepción de una ciencia exacta y de aquello que es medible cuantificablemente, sin embargo también estudia la parte de la definición de lo que se comprende como verdad así como la metafísica del ser humano. Afirma que cualquier cosa puede ser verdadera siempre y cuando no se puede negar, por lo tanto inclusive un sueño puede ser verdadero. Descartes argumenta que la esencia del YO es pensar, por lo tanto para pensar es preciso ser; el ser humano se piensa desde el cuestionamiento de lo que es considerado como verdadero, por lo que Descartes afirma que aquello que concebimos es lo verdadero, pero el debate se centra en ¿qué es lo que concebimos?.
El ser humano se encuentra en la interminable búsqueda de la perfección, por lo tanto la diferencia de la concepción previamente mencionada, radica en que al conocer se puede considerar algo perfecto, mientras que en la duda existe el defecto. En la búsqueda de la perfección, Descartes establece como perfección a la búsqueda de un ser superior, en este caso se habla de Dios, un ser perfecto en donde encuentra una antítesis, puesto que al depender del poder divino y la dependencia se traduce en imperfección, Dios no se puede considerar un ente perfecto.
Por otro lado, establece que lo que no haya pasado por el sentido del individuo no puede ser considerado como verdad, por lo tanto entra el debate de si los sueños se pueden tomar como una verdad; por un lado existe la incertidumbre metafísica, la cual afirma que un sueño puede ser verdad porque no se puede negar y aquello que no se puede negar entra en la falsedad y en la confusión, la cual quita perfección al pensamiento humano. Sin embargo, existe otra aseveración en donde aquello que no se puede dudar su existencia son los hechos reales, y esto no ocurre con los sueños.
Partiendo del enfoque de estudio de Descartes, de acuerdo con la razón, los sueños no pueden ser verdad porque no son tan vivos ni expresivos como la realidad, por lo que nuestros pensamientos no son perfectos y no pueden ser verdad.
Por el otro lado, se encuentra el relato de "La vida es sueño" de Calderón de la Barca, el cual se centra en la incertidumbre vivida por el personaje principal, Segismundo, a lo largo de la historia. Esto gracias a que la experiencia que vive es tan confusa que no sabe con exactitud si la está viviendo a carne propia, o se trata de un sueño. A lo largo de la historia se narra cómo el encerrado para evitar su ira y la dependencia que tiene hacia el deseo por el poder, pero logra que lo dejen libre por un tiempo, para luego hacer enojar a su padre, el rey Basilio y retarlo a una batalla, junto a Clotaldo.
Es muy significativo cómo el planteamiento de la confusión que existe en si un sueño puede ser considerado como verdadero gracias a la expresión con que se vive se plantea de igual manera en la obra de Calderón, ya que nunca sabe si está dormido o despierto; empero, resuelve todas sus dudas afirmando que en realidad la vida completa es un sueño, gracias a que no se puede negar ni afirmar nada de lo vivido. Esto es un contraste con el planteamiento de Descartes, ya que él dice que los sueños no son verdaderos, mientras que Segismundo dice que sí e incluso la vida completa es uno de ellos.
Por otro lado se encuentra el debate de la realidad, ya que para Descartes ésta se vincula con lo que concebimos como tal, pero Segismundo lo retoma como todo aquello que está presente en la vida sin importar si es un sueño o no. Por último ambas lecturas hacen hincapié en Dios, en una se habla de la concepción de un ser perfecto, mientras que en la otra se plantea como aquel que establece la moral y la ética del pueblo y aquél que juzga las acciones de uno

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