lunes, 31 de agosto de 2015
Posthumanidad: La era de los robots
La premisa de la posthumanidad se basa en la idea de mejorar a la humanidad con base en los avances tecnológicos. Según el video visto en clase, la posthumanidad se divide en tres principios básicos: más inteligencia, mayor longevidad y más bienestar. Sin embargo, esto se logra a través de mejoras continuas en los sistemas internos del ser humano con tendencia a la robótica. Poco a poco, la relación entre el ser humano y los robots es cada vez más estrecha, incluso, estos últimos se han introducido dentro del cuerpo para ser parte intrínseca del ser.
El hecho de que la tendencia a que los robots sean parte de nuestra vida va en aumento. Para muchos, es una idea encantadora de la imagen que teneos de cómo debe ser nuestro futuro: lleno de máquinas y robots que nos ayuden a las tareas difíciles. Sin embargo, es un tema delicado ya que involucra valores, mediocridad y sobre todo la pérdida de los sentimientos.
Hoy en día hay muchas películas y libros referentes al tema de las máquinas, como el clásico de Terminator. Pero en la actualidad este tema se puede apreciar en la película de Yo, Robot, protagonizada por Will Smith. La trama comienza en el año 2035, en una era en donde los robots ya forman parte de la sociedad como ayudantes para tareas que los humanos ya no desean realizar por su cuenta. Para evitar problemas existen 3 leyes que
rigen a los robots:
1. Un robot no puede dañar ni puede ser causa de daño de un humano.
2. Un robot obedecerá a los humanos sin entrar en conflicto con la ley I.
3. Un robot se protegerá siempre que no viole las leyes I y II.
Al parecer todo parece ser normal, hasta que un robot viola una de las leyes y empiezan a entender de lo que son capaces. Esta es la problemática principal de la idea de la posthumanidad porque, en mi opinión, lidiar con algo que es desconocido por el ser humano es algo peligroso. Además, así como puede haber infinidad de pros, también hay contras y creo que se puede ejemplificar mejor con la idea de súper inteligencia. En este caso, se puede llegar al límite de convertirnos en robots que procesamos información pero que carecemos de valores.
Como conclusión se puede afirmar que la tecnología está avanzando de una manera impresionante y no cabe duda que con ella se pueden hacer cosas que jamás habríamos pensado. Sin embargo, hay que tomar en cuenta los riesgos que pueden existir y que no se puede jugar con cosas que van en contra de la naturaleza humana.
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